viernes, 22 de abril de 2016



LA IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES Y LOS SENTIMIENTOS

Comenzamos respondiendo a una pregunta formulada por una lectora del blog:
Lectora: ¿por qué es necesario saber la diferencia entre las emociones y los sentimientos?
Respuesta: no es que sea necesario saber qué diferencia hay entre los mismos, simplemente si se quiere estar informado y conocer algo de una forma más precisa, es conveniente saber que los sentimientos y las emociones son cosas similares pero con diferencias. El lenguaje es muy rico y cumple una función nominativa y discriminativa, que conlleva una precisión más específica de las cosas. Así como una persona no tiene la necesidad de saber cuántas formas de Derecho existen, o cuántos modelos económicos hay a nivel mundial; simplemente si uno está al corriente de esas matizaciones puede conocer mejor un determinado elemento y saber cómo puede funcionar, el hecho de poder discriminar entre diversas cosas que aparentemente se presentan de forma similar, nos abre un panorama más rico y diverso. 
De forma coloquial se habla del sentimiento y de la emoción como si fueran la misma cosa, tal vez obedezca esto a la forma en cómo sentimos dichos fenómenos. En el diario vivir tendemos a generalizar cosas que son semejantes, tanto en su forma, como en su manifestación o en sus características. No obstante, en muchos ámbitos de la vida siempre hay una disciplina que aclara y especifica ciertas cuestiones, como puede ser el caso de la Economía, la Biología, o la Psicología.  Precisamente esta última es una  ciencia que estudia el comportamiento humano y sus manifestaciones, examinando en profundidad y diferenciando  determinados fenómenos. Para ello, se  sirve de una rigurosa metodología teórico-práctica, que se apoya en investigaciones sistemáticas, llegando posteriormente a poder emitir determinadas conclusiones constatando esas diferencias y particularidades.  Aunque   tanto el sentimiento como la emoción son experimentados por la persona de una forma similar, difieren en cuanto a sus parámetros: intensidad, frecuencia, forma de vivenciarlos - en cómo los experimentamos y en cómo se reflejan en nuestro cuerpo-, y en el grado de conciencia que se tiene de ambos.

Las emociones dan color a nuestra vida, sería muy aburrido y muy caótico este mundo si no contásemos con la presencia de las emociones. Si nos ponemos a pensar, por ejemplo: si no existiera el miedo sería todo un caos, porque nos volveríamos totalmente intrépidos pero viviendo de una forma muy peligrosa, en la que nuestra integridad física y psicológica se vería muy resentida; y además pereceríamos muy prontamente. Podemos ilustrarlo de la siguiente manera: si voy por la selva y no tengo miedo, voy a ir muy tranquilamente, de pronto veo una manada de leones y no siento nada, tampoco hago nada, debido a mi actitud me convertiré en el almuerzo de dicha manada. Pero si siento miedo, el miedo me dice que esta situación es amenazante, y me prepara para correr o usar mi ingenio de alguna manera para poder escapar del peligro; con lo cual debo agradecer a esta emoción el haberme salvado de ser el alimento de una manada hambrienta.
 
si no tengo miedo:
 
el resultado: el hueso será lo que ha quedado de mí

 
De esta manera, vemos que las emociones son como una especie de programas, que funcionan automáticamente y se sienten en nuestro cuerpo, tanto a nivel externo, como ser en las posturas y expresiones faciales, e internamente con cambios en los órganos y en su funcionamiento. Pero la emoción, no es un proceso que sólo interviene el cuerpo, sino también nuestra mente, porque las emociones se acompañan de formas de pensamiento. Y la participación del cerebro se da en  distintos niveles: a nivel fisiológico: el cerebro al procesar la imagen como pueden ser la de los leones (estímulo peligroso o amenazante), se activan una serie de regiones, como puede ser la amígdala, que hará que se produzca la emoción de miedo que se traduce en los siguientes procesos: las glándulas segregan sustancias químicas en el cerebro y en el cuerpo, que irán desencandenando sensaciones a nivel visceral (se encoge el estómago, el corazón va muy acelerado, etc.). Y además tengo sensaciones que se reflejan  en mi rostro (me pongo pálido, mis cejas se encorvan hacia abajo). Las sustancias químicas segregadas, a su vez, provocan que realicemos determinadas acciones, que conformarían lo que es el nivel comportatmental: como ser la acción de salir corriendo, o quedarse totalmente paralizado. Y por último a nivel de pensamiento: las emociones van acompañadas de determinado tipo de pensamientos o en ocasiones de imágenes, que dependerán del tipo de emoción que estemos sintiendo en ese momento.
 

Edison Meneses Torre
Atención psicológica a adolescentes y adultos. 
Hasta la próxima!


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