jueves, 9 de junio de 2016

LA RELEVANCIA DE LAS EMOCIONES: 2ª parte

LA RELEVANCIA DE LAS EMOCIONES: 2ª parte
 
En el apartado anterior, veíamos que una estrategia que funcionaba muy bien era: una vez que hubiésemos experimentado una determinada emoción, fuéramos conscientes de la misma. Y recalco que es después de vivenciar la emoción, cuando podemos llevarla a la conciencia, es decir, a darnos cuenta de ella inmediatamente después de que ha ocurrido. Porque justamente las emociones tienen una peculiaridad que las caracteriza, es que son inconscientes, no nos damos cuenta de ellas hasta que han pasado. Aclaremos esto un poco una más con un ejemplo, me encuentro de repente en la calle con un antiguo compañero de la universidad que hacía tiempo que no veía, con el cual compartí charlas muy interesantes y unos buenos momentos, siento en esos momentos mucha alegría.



Encuentro entre viejos amigos - alegría

Pero en ese momento del encuentro no es que haya sido consciente de la emoción, sino inmediatamente después de haberle visto, porque las emociones se desencadenan muy rápidamente y por eso no somos conscientes en el mismo momento en que están ocurriendo, es más podríamos decir que las emociones son inconscientes porque se dan de forma totalmente  involuntaria e incontrolable. A su vez en este cruce de caminos con mi ex-compañero de universidad, al haber él notado mi alegría por el encuentro, comenzamos a comentar nuestras vidas; y esto, si nos ponemos a pensar al respecto surge porque las emociones tienen una función comunicativa: mi ex-compañero nota mi alegría - él se siente a gusto y habla - yo también percibo su alegría y como resultado hablamos dos horas.  Esta función comunicativa, en el caso anterior, es de carácter positivo; pero si yo en el encuentro no hubiese sentido alegría, porque no me había llevado bien con esta persona, mi emoción, mi cara y mi postura hubiese sido totalmente diferente, y el resultado hubiese sido o bien hacernos los tontos los dos como si nos hubiésemos visto, o dierectamente mirar para otro lado. Lo que sí está claro en ambos casos que según el tipo de emoción que sienta así será mi forma de comportarme, porque la emoción tiende a la acción, y ésta implica comportamiento.





Encuentro entre enemigos - enojo





 



 Como podemos observar en las imágenes: cuando estamos alegres tendemos a sonreír y hay un acercamiento; en cambio cuando el encuentro produce enojo, una de las respuestas posibles es el alejamiento físico de la persona que no nos cae bien, aunque en el caso de Popeye y Bugs Bunny si hay un acercamiento, y es para pegarse (nada recomendable),  además la expresión del rostro es totalmente diferente.

 
 Según lo que vemos en ambas imágenes: la del encuentro de amigos y la de los enemigos, las expresiones faciales y corporales son completamente distintas y esto obedece a que cada emoción produce un modelo único de sensaciones. Lo que hace que cada emoción tenga unas señales específicas y singulares, por ejemplo la cara de los enemigos Bugs y Popeye es muy diferente a la de los amigos soviéticos.  

Enojo-rabia Mr. Brando  - Alegría Mrs. Taylor

Esta foto conjunta de Marlon Brando y Elizabeth Taylor, nos ilustra como esas sensaciones corporales internas específicas de cada emoción se manifiestan, dibujándose en los rostros de ambos actores como señales únicas.
 
 
  
 
 
 
Edison Meneses Torre
Atención psicológica a adolescentes y adultos. 
Hasta la próxima!